domingo, 13 de diciembre de 2009

Un ángel...

Fuiste aquella que me hizo soñar,
alegría hecha canción.
Buscando entre discos puedo recordar
ilusiones de otoño en mi corazón.
Oscuridad de pronto se volvió en claridad,
luz de un ángel de gran cualidad
apareciéndose para robarme un beso lleno de sinceridad.

Tarde de Otoño

Siento la brisa pasar por mi nariz
y las hojas caer por la calzada
en este día gris en el cual me siento feliz
a pesar de esta temporada tan helada.

Camino con mis amigas por la glorieta
paseando al perro salchicha de tía Marissa,
un perrito juguetón de otro planeta
por sus acrobacias y piruetas que te quitan una sonrisa.

De pronto aparece la mascota de Javier
un perrito de la misma raza que Lorenzo
pero que roba caricias por doquier
por la pata vendada con un lienzo.

La temperatura empieza a bajar
y decidimos ir a mi casa a tomar chocolate
con Lorenzo y Sparkie al frente empezamos a andar
y a medida que nos acercamos mi corazón a mil late.

Nos quitamos los abrigos y los guantes
y tomamos asiento cerca a la chimenea
Tía Marissa abraza a Lorenzo con la fuerza de mil elefantes
y el lindo perrito responde al gesto con la colita que menea.

Aquel fue un día emocionante
porque a pesar del frío compartí bastante
con mis amigos y con los perritos juguetones
esa tarde de otoño en la que comimos panetones.



...para mi hermana =)

Camina conmigo

Yo quiero en esta tarde querido amigo
ir por las verdes praderas y ver el limpio cielo
mas quiero vivir esa experiencia contigo
porque sin tu presencia mi corazón se vuelve frío como el hielo.

No sabría explicarlo porque esta amistad es muy fuerte
siempre hacemos las cosas juntos como hermanos
hermanos que se cuidarán hasta la muerte
y que en todo momento se darán la mano.

Fue una tarde gris que te vi andar
por el sendero nublado de la soledad
confiaste en mi sin dudar
y me hiciste conocer la verdadera felicidad.

Algo que no descubrí antes de ti
fue la belleza de la amistad
un don tan preciado para mí
para afrontar este mundo lleno de maldad.

Gracias por tu presencia
por tu forma de ser
porque no me imagino la demencia
que tu ausencia me podría hacer.

Ahora acompáñame a ver esas nubes pomposas nubes
ahí a lo lejos en las verdes praderas
en las cuales cuando caminas parece que tú subes
llevándote de mí los malos recuerdos por las laderas.